jueves, 27 de abril de 2006

PRESENTACIÓN

Hola a todos: Como ya os anunciábamos iremos publicando distintas informaciones orientativas a los casos que vais planteando.
El este primer contacto me gustaría hacer algunas aclaraciones:

Mi orientación profesional es cognitivo-conductual, para los que os suene a chino ahí va una breve explicación:

ESQUEMA DEL COMPORTAMIENTO


Entendemos que el comportamiento humano tiene tres sistemas-niveles de respuesta:

- Motor:lo que hacemos

- Fisiológico: lo que sentimos

- Cognitivo: lo que pensamos

Estos son independientes pero están interrelacionados entre sí, de forma que cuando ante un examen un alumno piensa que le va a salir mal, probablemente y según se acerque el momento, note como se le acelera el pulso y la respiración (signos de aumento de ansiedad) y como consecuencia disminuya su rendimiento y realice un mal ejercicio. El alumno corre, además, el riesgo que esta respuesta se dé cada vez que enfrente una situación parecida por un proceso de generalización.

Ahora bien, como los tres niveles están interrelacionados, la intervención en cualquiera de ellos implica cambios en los otros dos; esto es, si el alumno al detectar los primeros signos de ansiedad, se relaja, seguramente realizará el ejercicio de forma mucho más eficaz. De esta manera, cuando manejamos pensamientos positivos, nuestras emociones también serán positivas y nuestras acciones irán orientadas a la consecución de nuestros objetivos. Si por el contrario, nuestros pensamientos son negativos, nuestras emociones también lo serán y nuestras acciones no serán productivas.

Cualquier intervención de las que veis en el programa parte de este planteamiento. PE: si cuando vuestro hijo está en plena rabieta os dirigís a él hablando despacio y en un tono bajito, vosotros enfrentáis la situación desde la tranquilidad, tenéis muchas más probabilidades de conseguir que el niño se tranquilice además de que os estáis convirtiendo en modelo de cómo se enfrenta un problema sin recurrir a los gritos, lloros etc...

Habréis hecho un cambio en la respuesta motora (lo que hacemos) que influye en lo que sentís y lo que pensáis, pero sólo un cambio, importante porque es el primero pero no el único que hay que hacer.


Aquí viene la segunda aclaración:
Todo lo que veis en el programa son estrategias educativas, no podemos confundirlo con un proceso terapéutico.

El proceso terapéutico es más dilatado en el tiempo y tiene en cuenta variables propias de cada uno en particular pe: con que frecuencia se da el comportamiento, cuándo se produce con más intensidad, cuánto dura cada vez que aparece, qué ocurre antes, durante y después de cada episodio, qué haces tú, qué hace el niño, cómo os sentís y que pensáis....

Atendiendo al objetivo de sustituir conductas que hasta ahora no son eficaces y generalizar las nuevas a distintas situaciones. Es fácil darse cuenta como, no es suficiente saber qué hay que hacer y ponerlo en práctica una sola vez -eso es el principio- hay que asimilar los nuevos aprendizajes y generalizarlos. Para esto, necesitamos de un guía (el profesional) que teniendo en cuenta todas las variables de las que hablábamos antes, nos acompañe.

Imagino que os podréis hacer la siguiente pregunta: ¿Cuándo acudir a un profesional?. Opino que siempre que lo evaluéis cómo necesario. Un buen indicativo es: en el momento que os encontréis con una situación a la que no sepáis dar solución.

Por último, mi forma de trabajo no es la única, simplemente es la que yo he elegido. Existen otras formas de intervención y os animo a que las conozcáis.

UN SALUDO: ROCIO RAMOS-PAÚL

No hay comentarios: