jueves, 20 de abril de 2006

Rocío Ramos-Paúl, la ‘Supernanny’ de Cuatro, se despide y hace balance de su trabajo
“Los niños necesitan más besos”
La psicóloga ha llevado a la práctica las normas de educación, pero no quiere que los padres se olviden de lo esencial



Sólo ocho familias han recibido sus servicios. Pero más de un millón y medio de espectadores se han beneficiado del trabajo de esta Supernanny, que se despide el próximo día 21 de Cuatro con un debate. El viernes 14 veremos un resumen de sus intervenciones.

Teleprograma: Acaba usted su cometido en televisión. ¿No quiere seguir?Rocío Ramos-Paúl: No lo sé, pero la tele ha sido un simple paréntesis en mi carrera. Lo hice porque me pareció un trabajo serio e interesante.

TP: ¿Qué ha aprendido usted con esta experiencia?
R. R.: Me ha sorprendido el interés que he despertado entre mayores y niños de más de diez años. Además, mi trabajo ha sido bien recibido por los especialistas en educación. Y eso me satisface personal y profesionalmente.

TP: Otros profesionales han escrito libros de ayuda. ¿Usted no se lo ha planteado?
R. R.: No, no. Lo único que he hecho ha sido entregar a los padres un manual, aportando mi experiencia profesional.

TP: ¿Qué destacaría de sus intervenciones en las familias?
R. R.: La rapidez con la que se han producido los cambios, porque la intervención era directa.

TP: ¿No ha tenido problemas?
R. R.: Si acaso ha habido cansancio por parte de los padres. Y yo he sido como su Pepito Grillo, corrigiéndolos en todo momento…

TP: ¿Y respecto a los niños?
R. R.: Sin conocer a los padres, me resulta difícil analizar a los niños. Los padres deben recuperar la firmeza a la hora de decir las cosas, pero sin reducir las muestras de cariño; los niños necesitan más besos y abrazos.

Consejos para no olvidar

  • Relaciones familiares. Los padres deben imponer su autoridad por separado, y no contar siempre con los hijos para decidir.
  • Autonomía. Poner la mesa, vestirse solos, asumir responsabilidades… son cosas que podemos exigir a nuestros hijos pero también tenemos que escucharlos.
  • Estudio. Es importante analizar si el tiempo que dedican al estudio es el adecuado, establecer una rutina diaria y destacar sus logros en el colegio.
  • Televisión. Resulta imprescindible explicarles lo que están viendo y que sepan distinguir qué es ficción y qué no lo es. Y, sobre todo, acompañarlos cuando la vean.
  • Castigos. Hay que cumplir las sanciones impuestas y ser constantes en nuestras imposiciones, pero evitando etiquetar las conductas de los pequeños.
  • Emociones. Más besos y abrazos, y menos reproches y regañinas. Los padres debe enseñar a sus hijos a hablar de sus sentimientos, cuidando el tono de su voz y de la crítica.
  • Alimentación y horas de sueño. El compromiso con los niños pasa también por corregir sus conductas en la mesa y ayudarles a que disfruten del descanso adecuado. La motivación empieza por hacerles participar en el trabajo de preparar la comida, el baño diario…


MARÍA JOSÉ ANDRÉS. Tp
Nº 208911/4/2006

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